Escondía, oculta entre contra paginas fantasmagóricas casi imperceptible, invisible podría decirse, que solo los ojos de unos pocos entendidos en materias inexistentes pueden dar con Ella, la ciudad cronopio, ya que esta ciudad no existe ni se refleja en mapa, plano o carta de navegación alguna, Pocos entendidos o garabatos marginales en el buen sentido y literalmente hablando (marginal; el que está en el margen o al margen, en especial de un texto), y que según la definición que diera Cortázar: «Un cronopio un dibujo fuera del margen», entonces solo los cronopios pueden ver y dar con la ubicación de Ella, la ciudad cronopio. La ciudad donde habitan los poemas, las prosas, los versos, los cuentos e historias que fueron expulsados de la «alta sociedad», como bien diría el gran Salmón Calamaro.
Esta es la esencia de la serie Ella, la ciudad cronopio. Visibilizar, publicar lo no publicado, lo expulsado, lo ignorado por las grandes editoriales comerciales y no comerciales. Los encontrados en Ella, es la línea dentro de la línea que co ayuda a encontrar los escritos escondidos.