Este es un libro hecho con maestría. Sus historias son, según su autor: “ficción, producto del mal llevado oficio de escribir”. Este libro en algunos momentos parece un divertimento literario, en otros, una colección de cuentos y en otros más, las cavilaciones de un gato viejo que ha visto ya bastante y va colgando en el firmamento palabras brillantes como estrellas pulidas. Verán ustedes que bien vale la pena echarse este libro al bolsillo para disponer, cuando se les plazca, de estas largas conversaciones tenidas con algunos gatos.
En lo particular, no conocí a los gatos hasta mis buenos 12 años, cuando apareció en mi casa un tal Flop, negro y con la pelambre larga y sedosa de un hermoso Bombay. Flop se tomó el cuidado de que no lo olvidara nunca porque una tarde me atacó y me dejó unos rasguños en un brazo que tardaron en desaparecer. Una noche en el jardín, entre los arbustos comenzó a gruñir y a los minutos quedó muerto, así, sin más. Personas mayores que presenciaron la escena afirmaron que suele ocurrirles: “es un cólico fulminante, de los que llaman miserere”, agregó lapidario mi tío y soltó la coletilla “miserere pro nobis”. Más allá del jardín alguien al escuchar aquellas palabras soltó un “amén” y entonces caí en cuenta sorprendido que presenciaba un ritual de cuerpo presente, rodeado —y préstenme cuidado en lo que voy a decir—, del rosal más esplendoroso que jamás ojos humanos hayan visto. Esa fue la primera evidencia que tuve de la potencialidades ocultas en las almas de los gatos. De ese momento en adelante jamás —ni uno solo de ellos pasaría para mí inadvertido—. Aquella noche asistí al funeral para un gato.
El libro de los gatos contiene cosas traídas de la ficción y otras reales, aunque —como afirma Fortis—, “hay quien sostiene que la realidad no existe”; si sirve para algo un comentario sobre esto último, diría que la realidad existía, que en su permanente devenir, ella —la realidad de cada uno de nosotros—, fugit, se nos escapa entre los dedos y fluye hacia el recuerdo y allí, en el recuerdo la realidad que fue se torna imprecisa, distorsionada por la fragilidad de la memoria y corrompida por las aberraciones de la percepción. Así que permanentemente estamos convirtiéndonos en la pálida sombra de lo que fuimos… inclusive para la prodigiosa memoria de los gatos.
Autor: Gastón Fortis
Línea de desarrollo: Historias de rebullones
Mapa: 1
ISBN: 97983876108628
Medidas: 15,2 cms X 22,8 cms
Versión impresa: 166 pags.
Versión digital: