Por: Jacques Roumain.
Y bien aquí estamos:
nosotros
los negros
los niggers
los sucios negros
no aceptamos más
está claro
se acabó
ser en África
en América
sus negros
sus niggers
sus sucios negros
no aceptamos más
les extraña
decir: sí señó
lustrando sus botas
sí pae
a los misioneros blancos
sí mi amo
cosechando para ustedes
la caña de azúcar
el café
el algodón
el maní
en África
en América
como buenos negros
como pobres negros
como sucios negros
que éramos
que no seremos más
se acabó ya verán
nuestros yes Sir
sí blanco
sí Señor
y
cuidado, cazador
sí, mi Comandante,
cuando nos den la orden
de ametrallar a nuestros hermanos árabes
en Siria
en Túnez
en Marruecos
y a nuestros camaradas blancos huelguistas
reventando de hambre
oprimidos
expoliados
despreciados como nosotros
los negros
los niggers
los sucios negros
Sorpresa
cuando la orquesta de sus cabarets
de rumbas y de blues
les toque algo completamente distinto
que no esperaba la putería hastiada
de sus gigolós y putas endiamantadas
para quienes un negro
no es sino un instrumento
para cantar, claro,
para bailar, of course
para fornicar naturlich
nada sino una mercancía
que se compra y se vende
en el mercado del placer
nada sino un negro
un nigger
un sucio negro
sorpresa
jesúsmaríajosé
sorpresa
cuando atrapemos
riendo terriblemente
al misionero por la barba
para enseñarle a nuestra vez
a patadas en el culo
que nuestros ancestros
no son
Galos
que nos importa un carajo
un Dios que
si es el Padre
entonces es que nosotros
los negros
los niggers
los sucios negros
tenemos que creer que no somos sino sus bastardos
y es inútil gritar
jesúsmaríajosé
como una vieja batea reventada por las mentiras
es necesario
que te enseñemos
lo que cuesta en definitiva
sermonearnos a golpe de látigo y de confíteors
la humildad
la resignación
a nuestra maldita suerte
de negros
de niggers
de sucios negros
Las máquinas de escribir masticarán las órdenes de represión
rechinando los dientes
fusilen
ahorquen
degüellen
a esos negros
a esos niggers
a esos sucios negros
pegados como moscas enloquecidas a la carne
en la tela de araña de las gráficas de las pérdidas de las cotizaciones de la bolsa
los gordos accionistas de compañías mineras y forestales
los propietarios de fábricas de ron y de plantaciones
los propietarios
de negros
de niggers
de sucios negros
y el telégrafo delirará
en nombre de la civilización
en nombre de la religión
en nombre de la latinidad
en nombre de Dios
en nombre de la Trinidad
en nombre de Dios carajo
tropas
aviones
tanques
gases
contra esos negros
esos niggers
esos sucios negros
Demasiado tarde
hasta el corazón de las junglas infernales
retumbará precipitado el terrible tartamudeo
telegráfico de los tam-tam repitiendo incansables
repitiendo
que los negros
no aceptan más
no aceptan más
ser sus niggers
sus sucios negros
demasiado tarde
porque habremos surgido
de las cuevas de ladrones de minas de oro del Congo
y de Sur África
demasiado tarde será demasiado tarde
para impedir en los algodonales de Luisiana
en las centrales azucareras de las Antillas
la cosecha de la venganza
de los negros
de los niggers
de los sucios negros
será demasiado tarde les digo
porque hasta los tam-tam habrán aprendido el lenguaje
de la Internacional
porque habremos escogido nuestro día
el día de los sucios negros
de los sucios indios
de los sucios hindúes
de los sucios indochinos
de los sucios árabes
de los sucios malayos
de los sucios judíos
de los sucios proletarios
Y aquí estamos de pie
todos los condenados de la tierra
todos los justicieros
marchando al asalto de sus cuarteles
y de sus bancos
como un bosque de antorchas fúnebres
para acabar
de
una
vez
por
todas
con este mundo
de negros
de niggers
de sucios negros.